lunes, 23 de marzo de 2015

MUKASHI MUKASHI

MUKASHI MUKASHI

Con estas palabras comienzan los cuentos japoneses, que literalmente quiere decir "hace tiempo mucho tiempo" o "hace mucho tiempo" pero a diferencia de los cuentos occidentales, los cuentos japoneses hacen alegoría a las personas de edad y no a animales, es decir que siempre hay un viejito bueno y un viejito malo, o en todo caso hay un viejito bueno, o una pareja de ancianos, esto demuestra el respeto de la cultura japonesa por las personas de edad, porque las personas de edad, siempre nos enseña algo, y la manera como relatan las historias de los cuentos japoneses es muy interesante porque lo hacen en forma de fábula y siempre son ancianos pobres agricultores; personalmente me gustan más que las historias de occidente, sobre todo las de Momotaro, que quiere decir "chico del melocotón", esta historia cuenta que un par de ancianos no podían tener hijos, y le pedían a los dioses que le dieran un hijo, un día la abuela estaba lavando la ropa en el río y entonces ve un melocotón gigante, y la abuela dice: "que melocotón tan grande, lo voy a agarrar y me lo voy a comer con mi esposo" y así lo hacen, lo agarra, pero cuando llega el esposo del campo a su casa y abren el melocotón, el melocotón tenía un niño adentro, los ancianos bendijeron al niño sorprendido y dijeron: "los dioses nos mandaron a este niño" y lo llamaron Momotaro; con el tiempo Momotaro creció y se volvió fuerte e inteligente, pero noble como le habían enseñado sus padres; un día se escuchó que en una isla cercana habían ogros y que tenían riquezas, entonces Momotaro se decidió ir por el oro; la abuela le dijo: "vas a ir por el oro, pero yo te voy hacer unos ricos kibidango" que eran como galletitas, entonces con la venia de sus padres Momotaro fue a la isla, pero en el camino se encontró con un perro entonces el perro le dijo: "dame algo de comer y te acompañaré", Momotaro como era bueno y pobre al mismo tiempo no tenía nada que darle, así que le dijo al perro no tengo nada para tí sólo tengo estos kiridango, te puedo dar la mitad de uno de ellos y así fue; luego de un trecho se encontraron con un mono, y el mono también le dijo lo mismo: "dame algo y te acompañare" y Momotaro le dio un kibidango y el mono lo acompañó; llegando a la playa se encontraron con una paloma, la paloma igual lo mismo "dame algo y te acompañare" y Momotaro le dió un kibidango; los tres animalitos ayudaron a Momotaro a ir a la isla de los Ogros; o sea la paloma jalaba el bote con el perro, el mono y momotaro; llegaron a la isla donde había un castillo enorme lleno de ogros, Momotaro le gritó a los ogros, váyanse de la isla y no les haré daño, los ogros como eran gigantes, pero inofensivos; primero se enfurecieron, pero luego al ver que tanto Momotaro, el perro, el mono y la paloma lo querían atacar huyeron despavoridos, dejando todo el oro en el castillo; Momotaro regresó a su casa con el tesoro y sus amigos donde lo esperaban los ancianos, cuando lo vieron se alegraron mucho.

Esto quiere decir, que la bondad tienen su recompensa y así hay cuentos similares, pero el más conocido y el que más me gusta es este.

miércoles, 4 de marzo de 2015

VIDEO PARA RECORDAR

VIDEO PARA RECORDAR

El otro día vi un video de exactamente 27 años; mi abuelita el 3 de marzo coincidentemente Día de las Niñas en Japón cumplía años, y para mí doña Uto Oshiro era la niña más dulce y tierna que había conocido en mi vida, en ese video se pudo ver a muchos que ya no están con nosotros, por ejemplo Takeo, tío Juan, Tío José, mi Alejandro Kanashiro, su esposa Kio, mi tío Victorio Oshiro, mi tío Yuchan, los primos de Takeo, mi tía Regina hermana de Yae y varios más primos y tíos básicamente, que ya no están con nosotros; al ver ese video me dí cuenta que el tiempo pasa y uno no se da cuenta, porque también los primos y los sobrinos que ahora están casados en esa época estaban niñitos, también las caras de las tías que están con nosotros se les veía mucho más jóvenes y con mucha vitalidad, en cambio ahora, la clásica conversación es "qué tal tu salud???, tengo diabetes o tengo colesterol" es decir que las tías han llegado a la etapa de que se están cuidando mutuamente y a veces me pregunto  ¿si seré yo igual? o seguiré igual como ahora, porque hablando en serio llegando a cierta edad y para uno que es más joven le resulta hasta fatalista escuchar sobre enfermedades, sobre remedios, doctores, etc. etc. etc., eso es lo que yo pienso, no se si alguien concuerda conmigo, pero cada vez que voy a las reuniones de familia o estoy en Caritas Felices, las señoras más antiguas dicen lo mismo "me tengo que recuperar de la dianetes, los triglicéridos" etc. etc. etc.

Lo que resalto del video es que mi abuelita estaba bien física y mentalmente bien, hasta bailó un baile okinawense, y cantó también, para ese entonces ya no ayudaba en la tienda, pero se mantenía sanita, lo que la enfermó fue su retiro de la tienda porque poco a poco se fue deteriorando físicamente porque Yae le prohibió ir a la tienda porque sea verano o invierno siempre ser mojaba y terminaba con tos y eso le preocupaba tanto a Yae como a mi tía Felicita y terminaba con gripe mi abuelita, pero ella terca como buen Oshiro que era, seguía mojándose; lo que pasaba es que Yae dejaba todo limpio pero ella para asegurarse que estaba limpio, agarraba un trapo mojado y volvía a pasarlo por la mesa, y cuando Yae iba a la tienda veía sus manos mojadas de mi abuelita y la rezondraba, igual que mi tía Felicita, le decían: "que si seguía mojándose no iba a venir más a la tienda" pero como repito Oshiro tenía que ser, siguió mojándose hasta que mi tío Juan dijo: "Hasta acá nomás, mamá ya no va a Chimbombo", así que con el dolor de nuestros corazones tuvimos que aceptar eso, porque mi abuelita era un pan de Dios en la tienda, a cualquier niño que veía en la calle conocido le decía: "Ven compra arroz o algo así" era un pretexto para darle su desayuno al chico, tanto en Marco Polo, como en Buenos Aires, tradición que siguió Yae y Takeo, a pesar que no venía a la tienda mi abuelita mi tía Felicita, le encargaba labores domésticas a mi abuelita, pero no era igual y mi tío José también la sacaba a caminar un poco, pero como repito no era igual como estar en la tienda, despachar, tener la mente ocupada, atender en la tienda, eso mantenía la salud física y mental de doña Uto Oshiro en buenas condiciones, no estoy hablando sólo de mi abuelita, sino de cualquier persona de la tercera edad, como dicen por ahí un consejo hasta de un conejo, si tienen una persona de la tercera edad en su casa no lo tengan desocupados, que hagan algo físico, como mentalmente, que creo que es lo mejor para la salud de ellos, mantenerse en actividad, lo mismo me contó Yae que le pasó a su mamá, doña Kane Kanashiro; que ella había trabajado toda su vida hasta que llegó el tiempo que sus hijos le dijeron "hasta acá nomás mamá, porque tu ya has trabajado mucho" y mi abuela materna se quedó sentada viendo televisión, se entumeció y le subió la diabetes, y al final de eso falleció. Yo la conocí por fotos nomás, pero me hubiera gustado conocerla, pero Yae me cuenta que era como ella, que no pegaba pero daba unos rezondrones que uno dice "pégaba pero déjame de requintarme" o sea era como ella hasta su físico porque tengo una foto de ella y la verdad era igualita y todos los que ven la foto se confunden con Yae, así son los genes familiares, para terminar ese video me trajo recuerdos y mucha paz espiritual, en lugar de darme nostalgia y tristeza me dió paz espiritual y no se porque.