lunes, 4 de octubre de 2021

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

 En la Alegría en el Señor habían varias reglas que tenías que obedecer sino te mandaban a la sala de espera, la más común era llegar tarde y te perdías las dos primeras horas, si llegabas después de 10 para las nueve de la mañana te mandaban a la sala de espera, era una salita en la entrada de la secretaría donde los padres o invitados tenían que esperar a la directora o la sub directora para conversar con ella y que te manden ahí desde las nueve hasta las once de la mañana sin tener el primer recreo que era a las diez y cuarto, era un "roche" ese era el castigo para los que venían por su cuenta; también había otro tipo de castigo, por ejemplo responder mal a la profesora, "correr" o gritar en los pasillos, todo eso ameritaba a que te manden a la sala de espera y tenías que estar callado y no conversar con nadie, venga quién venga tenía que estar callado, la sala de espera era como una entrada con sillas, un reloj antiguo al costado y varias sillas, era uno de esos relojes grandes que sonaba a la hora exacta, por ejemplo una, dos, etc.; lo que me daba "roche" era que mis amigos decían "está castigado", me parece que en la dirección o la secretaría habían un recuento de castigos porque una vez me enfermé me sentía mal y la srta Emilia que era la sub directora me puso en la sala de espera y no por castigo y le dijo a la srta Rossmery que Kyonori no está castigado sino que esta esperando que lo lleven a su casa, cuando me salí del colegio y entre a Alborada fue todo lo contrario, no había castigo, los cinco años que estuve en este colegio no vi a ningún alumno castigado y eso también me chocó, no es que me haya chocado para mal sino que la mucha disciplina que había en la Alegría del Señor a la poca disciplina de Alborada eso como que te dice ¿dónde estoy? eran dos mundos completamente distintos, porque en La Alegría en el Señor eran estrictos y en Alborada eran completamente lo contrario, los alumnos entraban a la dirección y salian como si nada y nadie les decía nada, yo me quede sorprendido, después ya me acostumbre y como estaba esperando a los profesores en el patio o al costado de la dirección yo decía que raro los chicos entran y salen y nadie les dice nada; algunos en el recreo se ponían a "discutir" con el profesor de alguna nota o algo parecido, yo veía eso y dentro de mí yo pensaba que raro, en cambio en la Alegría en el Señor los recreos eran "cheveres", habían varios grupos, estaban los de sillas de ruedas chancones, los de sillas de ruedas normales, los que juegan fútbol con muleta y sin muleta y por supuesto estaban los que correteaban, estábamos Angel Rivas, Juan Luis Aponte y yo, antes estaba Marco Antonio Conja, hablábamos de fútbol y esas cosas, entre los más "movidos" estaban Angel Yaya, Cristian, Toño Vinces, después estaban los duos Martín Bonilla y Aldo Legua Miranda, Elvira Zapata y Soledad López, Valeria García y Gladys Vadillo o Pili para los amigos, lo raro de esto es que después de pasar veinte años cuando me encuentro con alguien del colegio me preguntan por Juan Luis porque él y yo éramos un grupo, también estaba Oscar Gomez De La Barra y Jesús Polastri, estos duos y trios se hacían porque en el colegio había una regla que todos los alumnos teníamos que saber que el alumno que puede tiene que ayudar al que no puede, y así se iban juntando los chicos, en cambio en Alborada no había eso cada uno bailaba con su pañuelo, y eso si me chocó bastante, durante el periodo que estuve en Alborada tenía sólo un amigo que se llamaba Jacky, esta chica era el lazarillo de una chica invidente le ayudaba a bajar las escaleras y todo eso pero al año que ingrese se retiro, así que Jacky cuando yo iba al colegio se me acercaba y conversaba con Yae y conmigo un poco y llegó a ir hasta la casa, me dijo que estaba viviendo con unos tíos porque sus papás estaban en España y que después de la secundaria se iba a ir a reunirse con sus papás, y justo tres años después vino a la casa a despedirse porque ya se iba a ir, de ahí no supe más de ella, también había un chico llamado Willy, era bien educadito, siempre que me veía nos saludaba me preguntaba por mis estudios o sino sobre que cosas me habían mandado estudiar para la casa, lo recuerdo porque era  bien educado, también había de los otros que hacían problemas, pero lo más raro de esto es que el colegio no decía nada, hasta que hubo un problemón, no voy a entrar en detalles, ahí si se puso fuerte el colegio y los suspendieron a los chicos, parece mentira pero los primeros años no me acostumbre a esto, tanto así que yo salía a la tienda porque la camioneta que me hacía movilidad tenía que pasar por la casa y varias veces cuando salía me pasaba la voz, la verdad era que yo extrañaba eso sobre todo a mis compañeros del colegio, pero como dice el dicho "por mi mejoría mi casa dejaría" y eso es lo que hice yo que estuve 7 años en la Alegría del Señor y tuve que salir, esos chicos eran mi familia practicamente y en Alborada era completamente distinto, no había disciplina, no había ese compañerismo, lo que si había y me daba risa eran los chiquitos que se ponían a discutir en el recreo o a la hora de salida, yo me los quedaba viendo así nomás y Yae me decía "esos chiquitos son bien graciosos porque se ponen a discutir de la nada" yo con tal de terminar la secundaria los escuchaba pero no me concentraba en ellos, Yae era la que se fijaba en ellos, pero yo estaba concentrado en mis estudios, pero con el pasar del tiempo ya me da risa, y es que era así porque la secundaria y el instituto lo hice pensando en los estudios nomás, nada de amigos, únicamente los estudios, uno que otro saludo pero nada más, hasta ahora en Caritas él único que me saca canas verdes es Gustavo y las mamás de Caritas que yo las considero como mis mamás pero es otra clase de amistad no como Juan Luis, Angel Rivas, Valeria García, Julio Quevedo, Gladys Vadillo, Aldo Legua, Martín Bonilla, que esos eran mis amigos y también Alberto Diaz, que era mayor que yo pero era mi amigo también, con ellos yo podía hablar de todo un poco, lo que pasa es que ellos me conocen y yo a ellos, en cambio en Alborada conocí a dos o tres, en Caritas a parte de Gustavo que como les digo me saca canas verdes por una u otra cosa no converso con nadie excepto con Kyoko, después el resto del AELU me conoce pero tu sabes como son los nikkeis de reservados ven a una persona y guardan su distancia, no se le acercan para preguntar como esta, yo también soy así en algunos casos no en todos, por ejemplo el Gerente Felipe Agena se me acerca y me bromea del Cristal y todo eso, conversamos un rato pero con respeto, la cosa es que como les digo me chocó salirme del colegio donde estuve 7 años y entrar a Alborada.

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