MUKASHI MUKASHI
Con estas palabras comienzan los cuentos japoneses, que literalmente quiere decir "hace tiempo mucho tiempo" o "hace mucho tiempo" pero a diferencia de los cuentos occidentales, los cuentos japoneses hacen alegoría a las personas de edad y no a animales, es decir que siempre hay un viejito bueno y un viejito malo, o en todo caso hay un viejito bueno, o una pareja de ancianos, esto demuestra el respeto de la cultura japonesa por las personas de edad, porque las personas de edad, siempre nos enseña algo, y la manera como relatan las historias de los cuentos japoneses es muy interesante porque lo hacen en forma de fábula y siempre son ancianos pobres agricultores; personalmente me gustan más que las historias de occidente, sobre todo las de Momotaro, que quiere decir "chico del melocotón", esta historia cuenta que un par de ancianos no podían tener hijos, y le pedían a los dioses que le dieran un hijo, un día la abuela estaba lavando la ropa en el río y entonces ve un melocotón gigante, y la abuela dice: "que melocotón tan grande, lo voy a agarrar y me lo voy a comer con mi esposo" y así lo hacen, lo agarra, pero cuando llega el esposo del campo a su casa y abren el melocotón, el melocotón tenía un niño adentro, los ancianos bendijeron al niño sorprendido y dijeron: "los dioses nos mandaron a este niño" y lo llamaron Momotaro; con el tiempo Momotaro creció y se volvió fuerte e inteligente, pero noble como le habían enseñado sus padres; un día se escuchó que en una isla cercana habían ogros y que tenían riquezas, entonces Momotaro se decidió ir por el oro; la abuela le dijo: "vas a ir por el oro, pero yo te voy hacer unos ricos kibidango" que eran como galletitas, entonces con la venia de sus padres Momotaro fue a la isla, pero en el camino se encontró con un perro entonces el perro le dijo: "dame algo de comer y te acompañaré", Momotaro como era bueno y pobre al mismo tiempo no tenía nada que darle, así que le dijo al perro no tengo nada para tí sólo tengo estos kiridango, te puedo dar la mitad de uno de ellos y así fue; luego de un trecho se encontraron con un mono, y el mono también le dijo lo mismo: "dame algo y te acompañare" y Momotaro le dio un kibidango y el mono lo acompañó; llegando a la playa se encontraron con una paloma, la paloma igual lo mismo "dame algo y te acompañare" y Momotaro le dió un kibidango; los tres animalitos ayudaron a Momotaro a ir a la isla de los Ogros; o sea la paloma jalaba el bote con el perro, el mono y momotaro; llegaron a la isla donde había un castillo enorme lleno de ogros, Momotaro le gritó a los ogros, váyanse de la isla y no les haré daño, los ogros como eran gigantes, pero inofensivos; primero se enfurecieron, pero luego al ver que tanto Momotaro, el perro, el mono y la paloma lo querían atacar huyeron despavoridos, dejando todo el oro en el castillo; Momotaro regresó a su casa con el tesoro y sus amigos donde lo esperaban los ancianos, cuando lo vieron se alegraron mucho.
Esto quiere decir, que la bondad tienen su recompensa y así hay cuentos similares, pero el más conocido y el que más me gusta es este.